jueves, 23 de septiembre de 2010

"¡Demonios, Batman!"

Demonizan una y luego otra vez, a uno y luego a otro. No pude concluir en más que en un infierno. Usan, abusan y desvalorizan el razonamiento sinécdoque; primero preguntan quién y después, qué. Es la lógica de la parte por el todo.
A la espera, demasiados, de la grieta en el discurso ajeno, para ajustar la situación al preconcepto, al prejuicio y a los argumentos propios. Es la flaqueza del pensamiento, sin más.

Una alarmante cantidad de políticos y de periodistas lo hace; en menor o mayor medida, con menor o mayor frecuencia, pero lo hace. No puede resultar menos que en un infierno.

Hay una crítica muy grande a la política de los 90’ (Quien esto escribe, adhiere). Una arista de ésta apunta al menemismo implícito que había en gran parte de los contenidos televisivos. Como nadie quiere tener como vecino –menos como amigo- a Satanás, sería enfermizo que continúe el mensaje actual -De la política del 2000- que pocos grises acepta. Eso a lo que le dicen "crispación", "krispación" o "Cris - pasión".

No se trata de buscar la objetividad*, pues tal cosa no existe a la hora de decir. Se trata de intentar ser imparcial, de decidir el criterio y de utilizarlo sin variaciones. Tampoco es cuestión de esperar ingenuamente amistades inexplicables, incluso; ni siquiera, de rechazar ciertas peleas o enfrentamientos ideológicos irreconciliables; sí de angostar los márgenes donde la opinión no compartida es inaceptable.

Si se quiere, éste es el espíritu de la democracia. No como la acepción que se invoca para exigir respeto por cualquier estupidez, sino con el sentido de tolerar ideas diferentes, distintas a las nuestras, pero que se hallan fuera de ese espacio innegociable.

Es posible que exista un enemigo, y de ser así, se debe enfrentarlo. Sin embargo, preocupante es que de no discriminar la lógica sinécdoque será difícil identificarlo.

Tan simple como “medir con la misma varita”.


*La edición del 19 de setiembre del diario Clarín, en su sección Correo de Lectores, incluye una carta de Mauricio Macri polemizando con Aníbal Ibarra. No me interesa especialmente el contenido de la misma sino la estructura de la frase que encabeza el segundo párrafo ya que es una obra maestra de la contradicción. Dice: “Desde un punto de vista objetivo…”. (Gustavo Noriega, para HiperCrítico: http://hipercritico.com/content/view/378/56/)