domingo, 12 de febrero de 2012

Dream Team 2011

Desde 2009 la FIFA elige su 11 ideal, el FIFA/FIFPro World XI. Votan, siempre según la fuente oficial, más de 50mil jugadores profesionales de todo el mundo. Es requisito que la formación sea 4-3-3.

Sin más vueltas, éste es el equipo 2011:


Iker Casillas; Daniel Alves, Gerard Pique, Sergio Ramos, Nemanja Vidic; Andrés Iniesta, Xabi Alonso, Xavi; Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney.





Claro está, voy a compartir con todos cuál sería mi elección. Como alguna vez hizo Gabriel García Márquez, adelanto el final para que el lector no saltee mis argumentos:

Valdés; Dani Alves, Terry, Vidic, Abidal; Carrick; Xavi, Iniesta; Messi, Benzemá, Rooney.


Como aclaración, en cada puesto pesó mucho su actualidad, la cantidad de partidos, importancia, etc., etc.



ARQUERO
Víctor Valdés es el un portero que sabe jugar adelantado, cubriendo espacios, decidiendo rápido; Barcelona se lo exige y él cumple. Su evolución en las últimas temporadas fue notable, no se le descubren grandes defectos a simple vista y siempre se hace tiempo para tener su atajada del partido.



DEFENSA
El presente de Dani Alves es inmejorable. Versátil, juega de 4, de 8 y de 7, siempre en el mejor nivel. Irremplazable en un equipo donde la polifuncionalidad es moneda corriente. Vale rescatar que es un gran marcador: los duelos con Cristiano Ronaldo son muestra implacable de esto.
Acaso el mismo argumento encaje a medida en ambos centrales: seguros de arriba, impasables en el mano a mano, voz de mando, gran temperamento; altura, criterio, títulos.
El lateral izquierdo Abidal, tal vez no luce tanto, pero es de los jugadores con mejor criterio en todo el mundo: siempre decide bien, nunca mal parado. Lee el partido, las jugadas, a la perfección, ya sea para retroceder, presionar, subir, dar un pase al arquero o reventarla. Quizás su déficit sea su poca profundidad en ataque, pero vale resignarla a cambio de todas las garantías que este jugador brinda.



MEDIOCAMPO
Sin dudas, la sorpresa aquí es Carrick. Este hombre no goza de la prensa que su nivel merece, pero es un manual de fútbol, marcando, tocando de primera, pivoteando, leyendo las jugadas. Su actuación en la última final de la UEFA Champions League fue asombrosa. Una cualidad a destacar es las asistencias de primer toque, con técnica poco ortodoxa, desde lugares que no hacen previsibles esas estocadas. Tiene la cancha en la cabeza todo el tiempo.
Hablar con originalidad sobre Xavi e Iniesta es una tarea para la cual no me siento capacitado. Cracks.



ATAQUE 
Lo increíble de Messi, además de su talento y profesionalidad, es su constante evolución; mejora constantemente; cada año muestra una nueva faceta (definición, asistencias, liderazgo, etc., etc.). No hay mucho más por decir.
Benzemá parece haberse tomado una temporada sabática para después, sí, demostrar por qué fue un gran fichaje para el Madrid. Un delantero muy completo: desmarque, definición, habilidad.
Por último, Rooney, un crack con una potencia descomunal, precisión en el disparo, marcaje, que se adapta a lo que el DT exija. Fuera del área, cumple; dentro, no perdona.



Así termina un año futbolístico con jugadores como Cristiano Ronaldo que aún no dan la talla en momentos claves, con el Kün Agüero a la espera de un título que lo termine de encajar en la discusión por el mejor, con Ramos intentando demostrar que es un central de elite, un Milan que necesita de una gran campaña a nivel internacional para poder potenciar a figuras como Ibrahimovic o Thiago Silva. (Mención especial para el enorme Nesta). Por otro lado, quién podría objetar algo si talentos como David Silva o Xabi Alonso estuvieran entre los once mejores. Qué decir, por ejemplo, del triangulo Puyol – Piqué – Busquets. El fútbol tiene, por suerte, grandes y más grandes jugadores. La misión aquí era elegir no sólo por gusto sino también por rendimiento en un periodo de tiempo determinado (en este caso, el año 2011), lo cual es una ayuda, como tantas limitaciones que tenemos.

Será hasta la próxima.

viernes, 20 de enero de 2012

"Después de Ud": pensamientos sobre fútbol

Comienza un nuevo año y este blog se renueva, cambia. A veces las cosas mutan de forma natural, como en este caso.

“Después de Ud” es, a partir de esta entrada, un lugar sobre fútbol; con ideas y pensamientos propios. Doy pase al estilo en primera persona, más que nunca, pero siempre con la intención de invitar al ida y vuelta, a la reflexión y al enriquecimiento de todos. 

Diego

martes, 4 de octubre de 2011

FÚTBOL: malo y feo, lindo y bueno.

 Se mezcla todo. En Argentina, el jogo bonito y el fútbol total desembarcaron en el despectivo tiki-tiki; el catenaccio, en el brutal antifútbol. Menottismo y Bilardismo, siempre hablando de estas tierras; según quién y a quién se lo diga, elogio o crítica.

En los tiempos recientes, con el Flaco y el Dr alejados de logros deportivos contundentes, la discusión sinfín posó todas sus energías en encontrar rasgos de ambos estilos en diferentes equipos, dirigidos por técnicos como Bielsa, Basile, Cappa, Pekerman, Sabella, etc, etc. El Loco, ofensivo pero poco pausado y muy estricto tácticamente, genera más dudas que los otros enumerados. También están Bianchi, Ramón Díaz, Gallego, Borghi, que, acaso por poco emparentables, parecen embarcados en la misión divina de hacernos dejar poco a poco esta discusión vieja y aburrida.


De repente, Mourinho y Guardiola. El portugués, primero cronológicamente, ganando trofeos importantes con el modesto Porto, el millonario Chelsea y el poderoso Inter. Actualmente dirige al Real Madrid, acaso su desafío más grande al momento. Por otro lado, el correcto y brillante Pep, ganador, casi literalmente, de cada competencia en la que participó como entrenador. Ambos revolucionaron el fútbol mundial: con estilos simétricamente opuestos fueron campeones, presentando así una disputa ideológica a todo aficionado, reavivando el viejo debate en los argentinos.


Sin embargo, tal vez se pueda encontrar una gran similitud y una gran diferencia. Tanto los equipos de José como los de Josep, en contraste con lo que el prejuicio podría sugerir, tienen métodos de entrenamientos más parecidos entre sí que con cualquier otro conjunto de la actualidad. En los partidos está la antinomia: mientras que Mou logró sorprender por sus tremendas estadísticas (9 años consecutivos invicto como DT en ligas locales, entre otras) y sus comportamientos atípicos, Pep asombró por la belleza y la eficacia del juego de su Barcelona. Al margen de analizar los porqués –si se recorre este blog, se encontrará alguna breve reflexión al respecto-, Guardiola llevó al club catalán a un nivel supremo, acaso inigualable; pero nadie, absolutamente nadie, podría argumentar empíricamente que este equipo es mejor que aquel Inter de Mourinho, que  en donde sea que se encuentre representa al peor enemigo del Barça en esta época. 

La introducción –primer párrafo- tiene su pretexto: en estos últimos años la discusión en Argentina tomó una interesante curva, que consta en coincidir en que no existe jugar lindo, sino que el eje es jugar mal o bien. Pues bien, este escribiente está convencido de que el fútbol sí tiene una estética y que por ende sí existe jugar lindo o feo, aunque esto no esté entre las primeras características para valorar un equipo. 

Como los grandes equipos, el jogo bonito se desmenuzará de atrás hacia adelante: Si partimos de la base de que es indiscutiblemente mejor que un arquero esté bien ubicado y que, por ende, requiera menos esfuerzo tanto a nivel atlético como en sus reflejos para atajar un balón, ¿podemos asegurar que es más bello ver esta acción que ser testigos de un portero no tan bien ubicado pero volando exageradamente para conseguir evitar el gol? En cuanto a todo el bloque defensivo, ¿reventar una pelota a la tribuna puede ser estéticamente bello aunque, sin dudas, muchas veces sea necesario? Yendo a un extremo: por más que sea en el área propia, un caño, un sombrero o una gambeta siempre van a ser más lindos que un balón a las nubes; sin embargo parece imposible encontrar un DT que prefiera eso en una final. En Argentina, donde además de mal se juego feo, es común, irritablemente común, ver que apenas cruzan mitad de cancha el 4 ó el 8 de un equipo todos corren al segundo palo a esperar el centro; pero si hay un pelotazo, 2 ó 3 rebotes, un disparo fortísimo y un arquero tapado que no puede impedir el gol, ¿es una jugada linda? ¿Estuvo mal el jugador que fusiló sabiendo que era más probable poder colar una pelota potente que una suave? ¿Y una definición picándosela al portero es igual de bella que una donde se patea fuerte, roza en el oponente y entra? 

Este Barcelona, que para muchos es el mejor equipo de la historia, juega excelente y lindo; valora tanto el control del balón que en situaciones donde tiene mucho más para perder que para ganar, como tocando entre Valdés, Puyol y Abidal, parece poner en duda si es por estética o por efectividad. 


El juego bonito no significa ser ofensivo; los equipos de Bielsa y de Mourinho lo son en la amplia mayoría de sus partidos; incluso son eficaces, mas no bellos a los ojos de ciertos hinchas.

En defensa es donde se puede observar la diferencia más clara entre jugar bien y lindo: este escribiente nunca escuchó a nadie decir “qué lindo cierre” o “qué lindo relevo”. Estas acciones suelen ser valoradas a través de adjetivos como “genial”, “impecable”, “perfecto”.


Acaso, un debate tanto o más interesante que éste sería aquel que planteara discutir en cuáles casos jugar lindo va en contra de la intención de jugar lindo y viceversa.

Será en otro momento.

viernes, 21 de enero de 2011

Plácido, único.

En esta especie de recordatorio selectivo que tiene "Después de Ud" para algunos cumpleaños, hoy es el turno del rey de la ópera Plácido Domingo. El tenor español, de gran trascendencia post concierto de los 3 tenores (con Pavarotti y José Carreras), es una eminencia en el universo lírico. Encantó al público, harto exigente, de las casas de ópera más importantes del mundo; en parte, por su magnífica voz (para algunos, de tenor lírico; para otros, de tenor dramático), pero más por su nivel actoral y su presencia en escena. En una autobiografía ya un poco antigua, Plácido dice que si después de un concierto lo felicitan por cómo cantó se siente orgulloso, pero que si el mismo cumplido llega luego de una representación operística, en algo falló: espera que le destaquen su actuación. 



Hoy, 21 de marzo de 2011, cumple 70 años. Actualmente se pone en los zapatos de roles para barítonos y se presenta en conciertos; cambió, en gran parte, su repertorio operístico tradicional por la zarzuela, el bolero, el tango y demás. Domingo también es pianista y director de orquesta pero su máximo título es el de “General Director of the Washington National Opera in Washington, D.C.” y de “Los Angeles Opera in California”. 


Además, pasa largo tiempo de sus días buscando y potenciando talento joven, como el magnífico Rolando Villazón. 

Sin más, Plácido Domingo. Después de usted: